Inmersos en pleno siglo XXI y en una socidad que evoluciona a una velocidad mucho mayor de lo que nunca se ha visto, nos encontramos con ciudades que tratan de adaptarse y avanzar al ritmo de la ésta.

 

En este contexto se presenta el presente proyecto, que trata de adaptar una serie de edificaciones integradas entre medianeras medievales en el Burgo de San Cernin del Centro Histórico de Pamplona que actualmente son consideradas infraviviendas a una realidad social y constructiva contemporánea.

 

Es importante que la nueva edificación sea respetuosa con ese carácter heteogéneo, donde en las fachadas abundan texturas, materialidades y colores diversos que improntan una marcada personalidad y alegría a las calles del Casco Viejo.

 

Las distintas profundidades de las traseras de las edifcaciones generan patios de manzana de naturaleza diversa donde se crean una suerte de espacios exteriores de encuentro de vida vecinal. Por lo general se trata de inmuebles de crujías reducidas y de gran profundidad que dan lugar a viviendas “pasillo” con escasa iluminación natural y grandes fondos de saco en los que se generan alcobas.

 

Como síntesis del proyecto se podría decir que el nuevo edificio persigue el respeto y la integración en un marcado entorno como es el Casco Viejo de Pamplona y a su vez da lugar a viviendas contemporáneas de calidad tipológica y constructiva.