Abrimos esta sección de no solo arquitectura con un post sobre el diseñador Cristóbal Balenciaga (Guetaria, Guipuzkoa, 21 de enero de 1895 – Valencia, 23 de marzo de 1972). Hemos escogido a éste genio de la alta costura por la relación que guarda su manera de diseñar moda con la arquitectura y porque le tenemos un especial cariño por ser vasco. Contemporáneo de Coco Chanel y Christian Dior, es el modisto de alta costura español más importante de la historia.
Admirado por todos le definen como un hombre honrado, auténtico, sin una pizca de vulgaridad y con una profesionalidad impecable.
Como afirma el diseñador L. Lomba, Balenciaga fue el “primer arquitecto en moda”.
En sus diseños se percibe un gran interés por la geometría siempre buscando líneas puras y simples que reflejen en la mujer una gracia especial al llevar sus prendas. Fue el primero que apostó por la comodidad elegante para sus clientas, dejando de lado vestidos encorsetados que cortaban la respiración. Persigue el equilibrio entre funcionalidad y forma, necesario también en la obra arquitectónica.
Él mismo entiende el volumen como punto de partida de su trabajo. Con formas arquitectónicas doma la inflexibilidad de sus tejidos. Tal es su obsesión por el volumen que muchos de sus vestidos gracias a la forma, corte y la dureza de los tejidos pueden sostenerse por si mismos como si de esculturas se trataran. Este esqueleto externo es el elemento significativo del arte de Balenciaga.
Su trabajo es una mística creativa en la que juega con los volúmenes para crear piezas irrepetibles, convirtiéndose en un mago a la hora de construir.
Más allá de la forma su obra contiene un fondo repleto de simbologías y referencias de lo más dispares como por ejemplo, la pintura de Velázquez, Goya, el cubismo o el colorido de las pequeñas embarcaciones de su Guetaria natal. Lo caracterizan como una persona sencilla poseedor de una gran cultura que se refleja en su creación.
Empezó ayudando a su madre que cosía para distinguidas familias que entonces veraneaban en el Pais Vasco y ha terminado siendo un referente mundial. Artistas como Grace Kelly o la Reina Fabiola tuvieron un Balenciaga en su ropero.
Sin duda ha conseguido ganar la batalla contra el tiempo y convertirse en un icono de la moda.
